Dependiendo de la estrategia de certificación del proyecto y el nivel que busque lograr, los aislantes deberán contar con ciertas características para ser incluidos en un proyecto que busque la certificación LEED. En resumen, estas son las recomendaciones para los fabricantes de este tipo de materiales:

1. Generar una Evaluación de Emisiones de VOC.

El producto se deberá evaluar conforme al método California Department of Public Health (CDPH) v1.2-2017 para determinar si cumple con los límites de VOC establecidos. Si el producto satisface los límites, obtendrá un certificado que avale su cumplimiento y así podrá contribuir al crédito LEED.

Esta prueba se realiza mediante un laboratorio acreditado ISO/IEC 17025 y toma alrededor de 4-5 semanas, más el tiempo requerido para la gestión del proceso.

2. Generar un Análisis de Ciclo de Vida.

El análisis consiste en determinar el impacto ambiental del producto durante su ciclo de vida. Para los aislantes térmicos, el análisis deberá abarcar desde la extracción de materia prima hasta su fin de vida (Cradle to Grave). Este análisis toma alrededor de 3-4 meses, dependiendo del tiempo que tome recopilar los datos.

3. Generar una Declaración de Salud de Producto (HPD).

Una HPD comunicará la composición del producto y sus posibles riesgos a la salud. El producto cumplirá aun y cuando alguno de sus ingredientes pudiera ocasionar algún riesgo a la salud (asma, irritación en los ojos, etc). El proceso de elaboración de una HPD es de 15 días a 1 mes.

4. Comunicar el contenido reciclado de pre-consumo y post-consumo.

Comúnmente los aislantes térmicos tienen contenido reciclado, únicamente es cuestión de comunicarlo en una ficha técnica o carta. Como un plus, si la materia prima se extrae y el material se fabrica dentro de un radio de 160 km del sitio del proyecto, el valor del producto es el doble.

Existen otras alternativas para aportar a los diferentes créditos de la certificación LEED. Sin embargo, aquí les mostramos las opciones que consideramos son las más sencillas.