Autor: Magdalena Magaña
A lo largo de la vida útil de un edificio ocurren impactos ambientales durante la fabricación y transporte de materiales, y durante la construcción, operación y demolición de los edificios.
En edificios nuevos, un Análisis de Ciclo de Vida (ACV) de la cuna a la tumba (cradle-to-grave) nos permite visualizar el uso de energía y otros impactos ambientales resultantes de todas las fases del ciclo de vida de un edificio, y a la vez permite analizar diferentes alternativas de materiales y sistemas constructivos, y así seleccionar aquellos con un menor impacto.
Los impactos que podemos analizar con un ACV incluyen el potencial de calentamiento global, agotamiento de la capa de ozono, acidificación de la tierra y las fuentes de agua, eutrofización, formación de ozono troposférico y agotamiento de fuentes de energía no renovables.
Cabe recalcar que una medida eficiente para reducir el impacto ambiental de edificios, es la restauración y rehabilitación de edificios existentes y deteriorados. De esta manera, se reduce el uso de energía y residuos generados asociados a la demolición y construcción de edificios nuevos.
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