Como requisito obligatorio de la certificación LEED, se deberá desarrollar e implementar un plan de control de erosión y sedimentación desde el inicio hasta el fin de la construcción. Algunas de las medidas incluyen el lavado de llantas en la salida del sitio del proyecto y barreras de sedimentos en el perímetro del proyecto.
Por otro lado, como estrategias para sumar puntos en la certificación LEED del proyecto, se implementará un plan de gestión de residuos de la construcción y un plan de control de la calidad del aire interior.
Dichos planes tienen la finalidad de minimizar la huella de carbono del proyecto al reducir, reutilizar y reciclar los residuos que se generan en la construcción y minimizar la contaminación del aire que se origina en la obra durante trabajos de construcción y demolición, respectivamente. Para lograr estos puntos, se deberán aplicar las siguientes medidas durante la construcción:
Desviar como mínimo el 50% de la cantidad de residuos generados durante la construcción, de al menos 3 tipos (ej. cartón, plástico, metal, madera).
Proteger ductos de aire acondicionado del polvo y contaminación con plástico para emplayar.
Limpiar ductos de aire acondicionado previo a instalación de registros, difusores y rejillas.
No operar sistemas de aire acondicionado durante la construcción. En caso de ser necesario, se deberán emplear filtros MERV 8 para filtrar aire de retorno y remplazar filtros previo a la ocupación.
Las alfombras, paneles acústicos, recubrimientos de tela en muros, aislante térmico, aislante acústico, tapicería, mobiliario y cualquier otro material absorbente deberá almacenarse en un área designada y protegerse contra daños por humedad,
Todas las áreas de trabajo activas deberán aislarse de espacios terminados mediante el uso de barreras temporales, como plásticos.
Se deberán ubicar tapetes en los accesos a la obra para minimizar la transferencia de contaminación.
Deberán emplearse sierras con guardapolvo
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