Quizá para LEED, Energía y Atmósfera es una de las principales categorías a considerar para la obtención de la certificación, pues gran parte de la sustentabilidad en edificaciones se denota por el ahorro energético que pueden llegar a tener los edificios en operación.

Hoy en día, las grandes ciudades se encuentran abarrotadas de construcciones, muchas de ellas se encuentran abandonadas, generando espacios de inseguridad, pero, además, la desutilización de estas construcciones da como resultado un enorme cumulo de concreto y materiales desperdiciados.

La orientación es una de las primeras consideraciones que se deben tener para optimizar el ingreso de iluminación natural, es decir, esto define hacia dónde abrir ventanas y hacia dónde ubicar los espacios.

Para lograr una ventilación pasiva eficiente se tienen que considerar múltiples aspectos, tales como la orientación de la vivienda, y de dónde provienen los vientos dominantes, sin embargo, existen acciones muy sencillas que ayudan a tener espacios bien ventilados.

Muy probablemente parezca sencillo lograr un edificio NZE, pero sí analizamos detenidamente todos los requerimientos energéticos que puede llegar una edificación en funcionamiento, nos podremos percatar de la alta demanda energética que representan las cargas de iluminación, uso de aire acondicionado, equipos especiales, entro otros.

Para darle un giro sustentable a tus diseños y su desarrollo, existe un modelo de producción y consumo sustentable al que se le llama economía circular. Este consiste en incorporar el reciclaje o reúso de los materiales, a través de la optimización de recursos, aprovechamiento de los residuos generados y reducción en el consumo de las materias primas, generando un ciclo que alarga la vida útil de los mismos, y regresa a imitar su naturaleza.