Debido a las crecientes tendencias arquitectónicas hacia el diseño de espacios colaborativos y oficinas abiertas, el empleo de materiales ligeros en construcción, losas y equipos mecánico expuestos, el confort acústico en los espacios de trabajo se ha visto comprometido.
EL ruido generado por actividades colaborativas y equipos mecánicos aumenta el nivel de ruido de fondo en un espacio, y así los usuarios se vuelven susceptibles a la distracción, reduciendo la productividad y aumentando los niveles de estrés.
Algunas de las estrategias que pueden ayudar a mejorar el confort acústico en los espacios incluyen:
Muros interiores con alto STC
Incluir en muros interiores aislante acústico, doble capa de tabla de yeso y/o capa de aire permite reducir la transmisión de sonido entre los diferentes espacios. El coeficiente de transmisión de sonido (STC) mínimo recomendado para muros de oficinas privadas es de 45.
Paneles en muros y plafones con NRC mayor a 70
Contar con paneles acústicos en muros e instalar plafones con un coeficiente de reducción de ruido (NRC) igual o mayor a 70, permitirá reducir reverberación en los espacios, principalmente en espacios con piso de madera, concreto pulido o similar.
Instalar un sistema de soundmasking
El enmascaramiento de sonido es un método eficaz que, si se diseña e instala correctamente, tiene el potencial de mejorar la privacidad en espacios de trabajo abiertos.