Concreto Sustentable: Construcción con Menor Huella de Carbono

Autor: Magdalena Magaña

La industria de la construcción enfrenta uno de los mayores desafíos: reducir su impacto ambiental sin comprometer la seguridad, funcionalidad ni estética de los espacios que habitamos. Uno de los protagonistas clave en este reto es el concreto, responsable de aproximadamente el 7% de las emisiones globales de CO₂, principalmente debido a la producción de clinker, el componente principal del cemento.

Sin embargo, en los últimos años, el concepto de concreto sustentable con baja huella de carbono ha ganado fuerza como una alternativa viable. Pero ¿qué significa esto realmente?

¿Qué es el concreto con baja huella de carbono?

El concreto de baja huella de carbono busca reducir significativamente las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a su ciclo de vida, especialmente durante su producción. Esto se logra principalmente a través de:

·         Reducción del contenido de clinker en el cemento.

·         Uso de materiales cementantes suplementarios (MCS) como las cenizas volantes, escorias de alto horno o puzolanas naturales.

·         Mejora en la eficiencia energética del proceso de fabricación.

·         Diseño optimizado de mezclas que utilicen menor cantidad de cemento sin afectar la resistencia ni durabilidad.

·         El uso de tecnologías emergentes, como cementos activados alcalinamente (geopolímeros), con potencial de ser carbono-neutrales.

¿Cómo evaluamos el impacto ambiental del concreto?

Una herramienta esencial para validar la sustentabilidad del concreto es el Análisis de Ciclo de Vida (LCA), así como la publicación de una Declaración Ambiental de Producto (EPD, por sus siglas en inglés). Estos documentos permiten comparar concretos bajo criterios transparentes, verificados y estandarizados, lo cual es fundamental para proyectos que buscan certificaciones ambientales como LEED o EDGE.

¿Qué papel juega el concreto sustentable en certificaciones como LEED y EDGE?

En certificaciones ambientales como LEED y EDGE, el uso de concreto con menor huella de carbono no solo es deseable, sino que puede traducirse en puntos concretos dentro del sistema de evaluación. En LEED, por ejemplo, la categoría de Materiales y Recursos otorga puntos por el uso de productos con EPDs verificadas y por la reducción del impacto global del ciclo de vida.

En EDGE, la plataforma identifica automáticamente reducciones de CO₂ asociadas al uso de materiales con menor contenido de cemento o con materiales alternativos, lo que puede ayudar significativamente a cumplir los requerimientos del 20% de ahorro en emisiones. En ambos casos, contar con documentación técnica clara, como una EPD y especificaciones del proveedor, es clave para demostrar el cumplimiento.

Optar por concreto de baja huella de carbono no es solo una acción técnica, sino una postura ética frente al cambio climático. Los desarrolladores, arquitectos, ingenieros y consultores tienen la responsabilidad (y ahora también las herramientas) para transformar el mercado hacia una construcción más responsable.

 

¿Necesitas una EPD para evaluar el impacto ambiental de tu concreto?

Referencia: Este blog se creó con el apoyo de inteligencia artificial (ChatGPT de OpenAI).

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¿Qué es una EPD (Declaración Ambiental de Producto) y por qué es importante?