El contar con un huerto urbano en casa o en tu lugar de trabajo tiene grandes beneficios, como lo es el cuidar de tu salud y reducir el impacto al medio ambiente. Certificaciones de edificios sustentables como LEED y WELL, promueven la creación de estos espacios en los proyectos al otorgar puntos en la categoría de Innovación y Nutrición, respectivamente.

Todo lo que comemos, ya sea un corte de carne, una ensalada o un café tiene impacto en el medio ambiente. La huella de carbono de los alimentos dependerá de cómo se produce el producto, de donde se obtiene y los recursos que se utilizan para producirla.

Los eventos o conferencias generan una gran cantidad de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Las principales fuentes de estas emisiones son:

Un cálculo de huella de carbono durante una etapa temprana de diseño permite seleccionar materiales con un menor impacto ambiental e identificar áreas de oportunidad durante la operación del edificio.

Uno de los objetivos consistía en lograr un tiempo de reverberación menor a 6 segundos en los espacios y evitar que fuera posible escuchar conversaciones entre oficinas privadas. Esto permitiría mejorar la productividad de los empleados.

El formaldehído puede causar irritación en los ojos, nariz y garganta, e incluso se ha asociado a cáncer de pulmón y cáncer de nasofaringe. Algunos productos que liberan formaldehído son la madera contrachapada, productos de madera laminada, productos de fibra de vidrio como el aislante térmico, alfombras, pinturas de látex y barniz de uñas.

Dependiendo de la estrategia de certificación del proyecto y el nivel que busque lograr, los aislantes térmicos deberán contar con ciertas características para ser incluidos en un proyecto que busque la certificación LEED.

Un análisis de ciclo de vida (ACV) es un método para evaluar el impacto ambiental de un producto a través de su ciclo de vida. Una Declaración Ambiental de Producto (EPD) comunica los resultados del ACV.

Aquí te indicamos la cantidad de actividad física y tipos de actividades recomendadas de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS).